Está bien... te quiero.

-¿Sabes? Hoy he sentido esas cosquillas que no quería sentir nunca... ¿y sabes que es lo peor de todo? Que me ha gustado mucho sentirlas y que llevo todo el día con una sonrisa inmensa que no puedo ni esconder.
-¿Y eso es malo? ¿Por que no te gusta? Es un poco cruel que me digas esto a mi, porque yo hace días que lo siento y que me encanta.
-Lo siento. No pretendo ser cruel. Pero la verdad es que no tenía la menor intención de sentir nada por ti. ¿Sabes? Mi vida ha sido siempre muy triste, siempre ha estado vacía de todo y llena de nada, siempre he vivido luchando para salir del vaso en el que me ahogo, pero no logro salir nunca. He cogido muchas manos y no he sentido nada, y cuando he sentido las heridas de mi gran amor, el cual nunca dejaré de amar, escocían como nunca. Recordándome que aún esta esa persona por la cual no soy feliz. Me he pasado noches y noches llorando hasta quedarme dormida con dolor de cabeza, y he aprendido a dibujarme sonrisas para no preocupar a nadie. Y siempre he vivido así, con ese vacío tan grande en mi interior. Y ahora, ¿ahora qué? Apareces tu, como si nada, me coges de la mano en medio de la calle, me abrazas, juegas con mi pelo, me miras mucho y me sonríes sin más, ¿y yo que hago? no puedo evitar sentir ganas de que lo hagas y contestarte a tus sonrisas con una mayor sonrisa estúpida. Y encima, por si no fuera suficiente y yo no estuviera lo suficientemente echa un lío y asustada, vas hoy y me besas...
-¿Es que no te ha gustado? Creí sentir que era lo que querías, lo que queríamos...
-No, no es eso. ¿Es que no te das cuenta de lo que te estoy contando? No eres tu el que no me gusta, sino todo lo contrario. Me gustas demasiado. Y por no decir más, por no pronunciar esas palabras que me dan tanto miedo. Es que no estoy acostumbrada a ir sonriendo por qué sí, a sentirme bien, a tomarlo todo con positivismo, a confiar en mi, a confiar en otros. No es mi vida el ir sin preocuparme por nada. Y aún así, no encuentro forma de hacerlo, de preocuparme, de esconder esta felicidad. Sí, eso es, felicidad. Que palabras tan estúpidas...
-No son estúpidas, pero si hacen sentirte como un estúpido loco feliz, y es eso lo importante de la vida, ser feliz.
-Eso son todo estupideces...
-No, no lo son y no vas a discutírmelo. Y ahora por favor, pronuncia esas palabras que no puedes pronunciar por miedo...
-No me lo hagas decir por favor.
-¿Tan cobarde eres? Creía que estaba enamorado de una chica con más carácter...
-Está bien... te quiero.